La luz se enciende de nuevo.

por Death-Alde Jue Ago 16, 2012 11:51 pm

**Eran extrañas aquellas estructuras que se erigían imponentes de aquel pequeño planeta donde un aura verde recorría el todo, aunque bien, el tono verde se hacía presente en todo y en todos, incluso en un hombre, un ser de la raza humana, único en su especie por estas tierras, tal como todos los demás habitantes.
Aquella tierra, ese planeta posee el nombre de Oa, un mundo creado para que la legión de guardianes llamados corporación de Linternas Verdes coexistiera en unión.

Aquel ser humano era uno más de aquella infinidad de guerreros que protegían el universo del peligro y la oscuridad, un hombre que fue acusado de la mediocridad y de la inferioridad.
Haz llegado al fin Guardián.

Menciono una voz ronca claramente de un emisor entrado en años, aquel, era uno de los Guardianes, los primeros seres que decidieron unirse para proteger el universo.
El ser humano que sobrevolaba el cielo de aquel verduzco planeta, ahora tocaba el suelo, en medio de un conjunto de 12 seres que se elevaban en sus propios pedestales.

Hal Jordán, el momento de tu regreso ha llegado, tu sector… tu planeta está en riesgo, la oscuridad puede cubrirlo en cualquier instante y tu joven guardián que has demostrado que tu valor y tu honor son tan grandes, debes regresar y mantener tu juramento.

Exclamo el anciano guardián, mientras sus compatriotas afirmaban con un sencillo cabeceo o simplemente mantenían su vista fija en aquel humano.

Les agradezco guardianes, mi juramento y la memoria de Abin Sur están siempre presentes, regresare a mi planeta natal y acabare con aquella oscuridad.

Menciono Hal, mientras se elevaba lentamente por el aire y salía de aquella explanada. No pasaron muchos segundos cuando una red verde le bloqueo el paso. Una leve sonrisa apareció en el rostro de Hal, dando media vuelta aun en el aire.

Olvidabas esto.

Menciono una nueva voz de manera pacífica, calma, serena, mientras una mano de luz verde entregaba una pequeña batería a Hal, el dispositivo con el que se podía recargar el anillo de los Linternas.

También olvidaste esto.

Exclamo otra voz, más fuerte y gutural, justo antes de que un eco resonara en aquel lugar fruto de un puñetazo dirigido al brazo de Hal, mismo que amortiguo con una hombrera de considerable tamaño, por lo cual el golpe solo lo desvió de su posición apenas unos centímetros.

Aquellos eran otros dos Guardianes, Tomar-Re y Kilowog, quienes fueran sus mentores cuando aquel apenas comenzaba su puesto, Hal contesto con una leve sonrisa y un enorme puño reemplazo la hombrera gigante, misma que se impactó contra el rostro de Kilowog.

Nos veremos luego guardianes.

Dijo el humano, emitiendo un saludo con sus dedos índice y medio en su frente, era su despedida para aquellos seres que habían aceptado su humanidad.
Sin más, Hal se elevó por los aires, mientras que su luz verde que era desprendida por el anillo le rodeaba cada vez más hasta formar una capsula, cuando ya sus compañeros eran apenas una mancha borrosa, giro su cuerpo y comenzó su vuelta a su planeta, a la tierra.**